Isofix vs Latch

Los dispositivos de retención infantil para el automóvil son un elemento de seguridad pasiva indispensable -y obligatorio en los países europeos- para el transporte de menores de edad.

Estos dispositivos, más conocidos por sillas auto, tradicionalmente se sujetaban al automóvil mediante los cinturones de seguridad del asiento sobre el que se instalaban.

No obstante, los cinturones nunca fueron diseñados para este cometido, por lo que la eficacia de la sujeción era manifiestamente mejorable.

En 1997 se presentó la primera silla con sujeción Isofix, fruto de la colaboración entre Britax Römer y Volkswagen, que prescindía de los cinturones gracias a unos conectores que se fijaban a dos anclajes rígidos solidarios al chasis del vehículo.

La especificación de los anclajes Isofix fue publicada en la norma ISO 13216-1 y rápidamente adoptada por toda la industria, hasta el punto que un fabricante hoy día tiene que incluir estos elementos en al menos dos de sus asientos para homologar un nuevo modelo de automóvil.

Aunque los anclajes soldados al chasis del automóvil cumplen las mismas especificaciones en todo el mundo, distintos países elaboran distintas normativas para la seguridad de sus productos, lo que acabó desarrollando dos estándares independientes para los conectores de las sillitas: el conector rígido y el conector flexible.

El conector rígido es el estandar empleado los países que han adoptado la normativa europea R44. Su principal ventaja es que la deceleración de la sillita en el momento de un impacto frontal es muy próxima a la del chasis del vehículo. En consecuencia, los picos de deceleración se mantienen lo más bajos posibles reduciendo los efectos de la inercia.

El conector flexible, conocido por las siglas LATCH (Lower Anchors and Tethers for CHildren) emergió como el estandar en EEUU. Su principal ventaja es un coste más económico y un peso más reducido.

En Mayo de 2004 el GRSP presentó un estudio en Ginebra donde se analizaba la respuesta de las sillas del Grupo I con conectores rígidos y con conectores flexibles, en cuyas conclusiones recomendaba los conectores rígidos por sus mejores resultados contra el impacto lateral.

En la actualidad el Latch se está incorporando en Europa en algunos modelos de silla del Grupo II/III sin arnés, en las que el esfuerzo de retención del ocupante corre a cargo del cinturón de adulto, y los anclajes Isofix tan sólo sujetan la silla.

Con ello se consigue reducir el precio del producto en gamas medias entre el elevador tradicional sin Isofix y el elevador de gama alta con conectores rígidos.